Tengo miedo,

Siento en cada latido un frío que recorre mi espalda,

Como una herida en el Alma,

Tengo miedo de estar solo,

Y que nadie me quiera,

De llorar y hundirme en el lodo,

De contar lo que siento,

Y que nadie me entienda.

Tengo miedo de que me rechacen,

Temo que no me abracen,

Que me juzguen y hablen,

Sin saber lo que me duele en el pecho,

Y lo que cuesta tragar las lágrimas para sonreír,

O la angustia de las palabras que se ahogan en mi garganta,

Por intentar complacer a cada persona,

Y poner un poquito de color a su día gris.

Pero quién me pregunta a mí,

Acaso piensan que yo no soy humano,

Que no he recorrido un camino hasta llegar aquí,

Que no sufro y no tengo miedo,

Que no necesito mandar el mundo a la mierda de vez en cuando,

Y hundirme en la miseria de la realidad que estamos creando,

Tenemos armas que hablan de paz,

Mentirosos que hablan de honestidad,

Economías que hablan de igualdad,

Que hipócrita esta sociedad,

Que te habla de justicia mientras te apunta a la sien,

Y luego me preguntan por qué yo siempre estoy bien?

Como voy a estar bien con todo esto,

Pero paso de seguir esperando a que alguien a algo,

Porque cada uno de nosotros somos la semilla del cambio,

Y a lo mejor el miedo me frena y me rompe,

Me apego a cualquier persona que me da un poquito de atención,

Mando de mi corazón a mutilar al primer beso,

Y me aferro a cualquier premio material,

Pero es que si no reacciono la vida me frenará en seco,

Nos encanta imaginar posibilidades futuras,

Todas nacidas del miedo a que suceda algo que asusta,

Qué ironía que nadie se pare a pensar en futuro que tendrán nuestros hijos,

Si este circo continúa.

Nos hemos puesto la soga al cuello,

Aprieta y hace herida,

Tenemos un dolor que oprime el pecho,

Y las emociones inundando nuestras pupilas.

Estamos creando un desierto,

Secado en soledad,

Sin más ruido que el silencio que se resigna,

Y las cadenas que rompen la libertad.

Si vas cansado y cabizbajo,

Sin más objetivo que vivir un día más,

Si la pena te ahoga,

Y no te deja respirar,

Grita y pide ayuda,

O serás el ataúd de tu felicidad.

No hay tanta diferencia entre el que sonríe y el que llora,

Sonreír no significa estar bien,

Y llorar no significa estar mal,

Simplemente son las creencias que alimentan lo que hemos llamado humanidad,

La próxima vez, 

En vez de suponer,

Prueba ese “loco” método que se llama preguntar.

Héctor Ibáñez

Terapeuta Transpersonal